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La mansión Monjardim, en Jucutuquara, es la sede del Museo del mismo nombre, el más importante del Estado, perteneciente a la Universidad Federal de Espírito Santo. Es, probablemente, la construcción rural privada más antigua del período colonial de Capixaba. Fue construido como sede de la finca Jucutuquara y fue inicialmente propiedad de los sacerdotes de la Compañía de Jesús. Con la expulsión de estos, fue adquirido por el comerciante Gonçalo Pereira Pinto. La finca iba desde Morro da Capixaba hasta Ponta de Tubarão y producía harina de mandioca y, más tarde, café.

luego se quemó a manos del Capitán Mayor Francisco Pinto Homem de Azevedo, quien probablemente reconstruyó la casa en 1805. Su hija y heredera, Ana da Penha, nacida en 1797, se casó con el coronel Monjardim, cuya familia se quedó con la propiedad. durante 150 años hasta su adquisición para albergar el Museo. Es la típica construcción rural colonial, hoy en el medio urbano. Tiene once habitaciones, tres salones, una capilla dedicada a Nossa Senhora do Carmo, una cocina de piedra y un balcón con trece ventanas, que va desde el campanario de entrada a la capilla.

A la mansión se accede por una escalera de mampostería de piedra, frente a la cual había un reloj de sol.

Otro reloj solar interno, en la sala central, proyectaba, exactamente al mediodía, un disco de luz solar a través de un agujero circular, realizado en teja. Había dos grandes edificios laterales para industrias domésticas y viviendas para esclavos domésticos. Los barrios de esclavos y el ingenio azucarero estaban en el valle junto al arroyo Fradinhos.

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